Vistas de página en total

sábado, 22 de agosto de 2020

Fotografiando "heavy" metal

Iluminar y fotografiar metal puede ser "muy heavy" si no sabemos cómo...¡Vamos a ello!

Metales




La reflexión especular es la que ocurre cuando la luz llega a dar en los metales pulidos (y en menor medida, con los que no lo están y son más mates). Puedes repasar este concepto en esta entrada.

Un metal es algo complejo de fotografiar porque hay que CONTROLAR los reflejosNO eliminarlos. 



Si los elimináramos, le quitaríamos al material su principal característica, y no queremos que parezca lo que no es.

Algo metálico sin reflejos, puede parecer de plástico u otro material diferente.



Familia de ángulos en el estudio

Cuanto más pulidos y brillantes, más reflejarán la luz de forma especular -se verá la fuente de luz reflejada claramente sobre la superficie, siempre y cuando la cámara se ponga dentro de la angulación adecuada-. Eso supondrá ver una zona blanca en esa superficie metálica.

Además de eso, sobre la figura metálica solemos ver reflejados objetos del estudio de fotografía (cámara también) o incluso al fotógrafo. 

imagen extraída de OCA Photography

Si queremos que estas figuras no se vean, deberemos de hacer lo mismo que si no queremos vernos en un espejo: salir de su campo de acción, o sea, de su "familia de ángulos".


Resultará más fácil evitar ver cosas reflejadas, si tenemos un objeto pequeño y una fuente de luz muy grande.

Fotografía extraída de arqspin.com

Si no es posible hacer esto, hay que meter el objeto dentro de una "tienda"  traslúcida blanca, que tape la posibilidad de que se refleje todo lo que está alrededor, especialmente cuando es un objeto esférico o con una superficie curva. 


Dejaremos un agujero para el objetivo, claro. 



Las paredes son traslúcidas y podemos iluminar desde fuera.






Hay posibilidad de hacer estas cajas caseras. Te dejo una de ellas:



Si no podemos ocultar el objeto dentro de una tienda, debemos intentar alejarnos, y sería aconsejable vestirnos con colores neutros (blanco, negro o gris, para que se note menos si nos reflejamos).


Los objetos planos o de caras planas y rectilíneas son más sencillos de fotografíar, porque sólo reflejan lo que tienen enfrente y al alcance de ellos, con lo que no suelen dar tantos problemas. 



Eso sí, hay que buscar la posición más conveniente para que todas sus caras queden iluminadas a nuestro gusto.




Si en el objeto existe un "labrado" o un relieve, esto suele ayudarnos generalmente a disimular los posibles objetos del entorno que se pueden reflejar. No obstante, es recomendable que el estudio permanezca con poca luz alrededor, y ello nos evitará problemas.




Con un metal cromado, que es altamente reflectante, como un espejo casi, al colocar las luces y la cámara, debemos decidir si queremos que la luz se vea reflejada en su superficie o no...

La consecuencia al iluminar un objeto metálico -altamente reflectante- de situar la cámara dentro o fuera de la familia de ángulos, es que la superficie se visualiza de manera muy distinta:






1- Cámara en la familia de ángulos, visualizamos la claridad de la luz que se refleja. Vemos la superficie muy clara, blanca casi blanca.

2- Cámara fuera de la familia de ángulos, no vemos esa luz reflejada. Veremos superficie oscura,  negra o casi negra. Podemos hacer que no le llegue la luz reflejada a la cámara "cortando" la trayectoria con un panel, un reflector negro.

3- Cámara cercana a la familia de ángulos, pero fuera de esa zona. Veremos la superficie con una luminosidad intermedia. Eso hará que el metal aparezca como gris.

4- Cámara cogiendo parte de familia de ángulos, veremos parte de la luz reflejada. Visualizamos parte de la superficie blanca y parte oscura,  negra o casi negra.


Siguiendo estas consignas, podemos iluminar de variadas formas (posiciones) un objeto metálico (o similar), jugando con los reflejos o su ausencia en algunas partes del mismo.




Calidad de la luz

La luz puede ser dura o suave (o semidura o semisuave, claro).

Esto lo hemos hablado en varios post, y depende fundamentalmente del tamaño de la fuente de luz.

Si queremos resultados estéticos en nuestras piezas de material reflectante, buscaremos una fuente de luz adecuada: suave. 






Para iluminar un material con reflexión especular, nos interesa una fuente de luz grande, y por tanto suave. Eso hará que en lugar de un destello antiestético, veamos un reflejo elegante.








Objetos iluminados por fuente de luz suave (o sea difusa, no "débil")


También facilitará que no se destaquen posibles irregularidades en las superficies de los objetos (aunque todo tiene un límite; hay que limpiar y evitar rayar los materiales que fotografiemos). Aquí podemos ver cómo ocurre eso mismo, cuando se ilumina el metal pulido con una luz dura:

Objeto iluminado por una fuente de luz dura (o sea puntual, no "intensa")


Podemos conseguirla rebotando en una superficie grande una fuente que sea pequeña (el flash de zapata por ejemplo, rebotado en un techo o en una pared clara). Aquí puedes ver un ejemplo, aunque no sea metal lo que ilumina, pero se ve perfectamente como se puede lograr luz suave rebotando el flash portátil:




También se consigue usando los accesorios que existen con tal fin (ventanas de luz, paraguas etc).

A veces se hace necesario (depende de lo reflectante que sea el metal), además de usar una ventana de luz, volver a hacer pasar la luz por otro "tamiz", como un difusor, para aumentar la suavidad.


Fotografías extraídas de learn.zoner.com

La distancia a la que pongamos la luz también nos influye en su tamaño, así que en este caso, nos conviene que esté cera del objeto, envolviendo éste con su energía (y de camino, tapando el resto del estudio, evitando que salga reflejado en la figura).



Objetos metálicos Grandes
Para vehículos u otros grandes objetos que no siempre es posible iluminar en un estudio, se aconseja igualmente una luz suave. 



¿Cómo conseguirla fuera del estudio?. Con luz natural indirecta, (rebotada en alguna superficie como un edificio, por ejemplo), o en un día donde el sol esté tapado por las nubes, o en un lugar sombreado, o en la llamada "hora dorada", cuando el sol se está ocultando...


Para los reflejos de los cristales, podría venir bien un filtro polarizador, que evitaría molestas imágenes sobre el parabrisas.

Longitud focal

Normalmente elegimos la longitud focal normal, angular o tele, en función del ángulo de visión que nos interesa que tenga nuestra foto. 

Tipos de objetivos, Imagen extraída de buscadordefotografos.com

En el caso de usar diferentes focales cuando estamos iluminando y fotografiando objetos metálicos o de otro material que refleje especularmente la luz, ese ángulo de visión, además de dejarnos ver más o menos encuadre de una escena, recogerá más o menos rayos que se vean reflejados por las superficies de los objetos en su trayectoria de reflexión (abarcaría más o menos familia de ángulos).

A veces, si un reflejo nos estorba para dejar ver un objeto, nos conviene usar objetivos de tipo tele, que recogerán menos rayos que salgan rebotados y nos dificulten una buena toma (y que nos permitirá alejarnos para no salir nosotros reflejados). 

Es el caso de cuando hacemos una foto a un papel brillante: ¿no habéis intentado nunca disparar a una foto antigua con vuestro móvil por ejemplo?. Cuesta menos esquivar el brillo con un teleobjetivo. 

Si estamos usando un objetivo angular, abarcaremos una zona más amplia que si usamos un normal o un tele, ambos con un ángulo de visión más estrecho que el angular.

Sabiendo esto, podemos elegir conscientemente el objetivo que queramos. Pero un tele (puede ser corto), suele venir muy bien...

Resumen

Antes de comenzar:

1- Debemos limpiar el objeto y manipularlo sin dejar huellas (pueden venir bien unos guantes de algodón) ni pelusas.

2- Retirar del estudio todo lo superfluo, y lo que se quede cerca del objeto, debe ser oscuro (lo tapamos con tela o cartulina) para que no destaque. Eso incluye a nuestra vestimenta, jeje.

3- Escogemos si es posible un objetivo tele (sin pasarse, no usar los que tienen  hasta trípode para poderlos coger)

4- Estudiamos la pieza para ver cuál es su cara más atractiva.



Hecho esto, ahora:

5- Ponemos una fuente de luz suave (tamaño grande) para iluminar la pieza. si no tenemos, podemos usar una pequeña rebotándola en una pared. techo o panel de cartulina blanca. Mejor el panel, que podremos ponerlo en cualquier posición y distancia.

6- Buscamos la posición adecuada de los tres elementos que intervienen: cámara, figura y luz.
Si se puede, es cómodo usar trípode, pero no imprescindible.

En principio nos conviene que en la imagen resultante haya tonos grises, negro y blanco (éste ultimo se consigue, como he explicado, reflejando sobre la pieza la fuente de luz). 

Para conseguir el negro, si es necesario (no siempre lo es), podemos hacer uso de cartones negros que se vean reflejados en la figura.

7- Medimos la exposición y la calculamos evitando sub y sobreexponer.

8- Realizamos la toma, y vemos si se hace necesario cambiar a posición de alguno de los elementos.








Ánimo.

¡Comenta!