Vistas de página en total

domingo, 15 de junio de 2014

¡Ponle las pilas!

Imagen extraída de teorema.com.mx


Gran parte de nuestras cámaras, flashes, exposímetros, y otros dispositivos que usamos en nuestra tareas cotidianas, necesitan para funcionar una fuente de energía portátil que no permita prescindir de un enchufe. Esa fuente puede ser una pila o una batería.

Imagen sacada de elteknoblog.blogspot.com


¿Pilas o baterías?. ¿Sabes la diferencia?.

Pues aunque algunas se parezcan como dos gotas de agua y tengan la misma función, no son la misma cosa.
Las baterías (denominadas por algunos autores pilas secundarias) se pueden recargar, y las pilas primarias, las de siempre, no.


Sí, las llamadas "pilas recargables" son en realidad baterías, acumuladores.
Una pila gastada no se puede "regenerar" y la batería sí, haciendo que por ella atraviese una corriente eléctrica -eso es lo que hacen nuestros cargadores-.
Las pilas sin embargo, van agotando el combustible que contienen para producir la energía, haciendo imposible su recarga.

El formato de las pilas puede ser muy variado A, AA, AAA, cuadradas de 6 o 9 voltios, tamaño C, D, de petaca, prismáticas, de botón, etc.

Imagen extraída de miguelmerce.blogspot.com


Podéis encontrar -y comprar- una gran variedad aquí.

Las pilas son acumuladores de energía que consiguen electricidad a través de procesos químicos -unen de forma controlada dos sustancias que están inicialmente separadas y que generan electricidad al ponerse en contacto-. Una pila corriente genera un voltaje de 1,5 voltios.



Consejos de uso

- Para conservar estos "almacenes" de energía, hay que saber que actúan por reacciones químicas aceleradas con altas temperaturas y ralentizadas con el frío -ojo, se vuelven "lentas" y quizás necesiten que las frotemos para subir la temperatura-, de ahí que el calor reduzca su vida útil, y que se conserven mejor en el frigorífico -incluso congelador- dentro de una bolsa sin aire que proteja de la humedad.

- Debemos colocarlas siempre en la posición correcta dentro de nuestro aparato.

- Un consejo para aumentar en un 50% su rendimiento, es que se limpien los contactos -de aparato y pila- frotando con un papel seco.

- Quitar las pilas del equipo si no vamos a usarlo en menos de una semana, y nunca dejarlas puestas gastadas. Cambiarlas al menos una vez al año, aunque no estén agotadas.

- No abrirlas, tirarlas al fuego, ni fuera de los contenedores de reciclaje habilitados para ello.

- No poner a recargar una pila corriente.

- No mezclar pilas nuevas con otras ya usadas en el mismo dispositivo.

- Si la pila tiene una fuga, no manipular sin protección (gafas y guantes de caucho, y en un lugar ventilado). Averiguar su composición antes de intentar limpiar la fuga, y no usar nunca agua para hacerlo. Si es de las alcalinas, se limpia con vinagre o zumo de limón con algodón húmedo; y con bicarbonato en un cepillo de dientes para el caso de que sea una pila ácida. Después dejar perfectamente seca y libre de restos.

Pila alcalina con fuga

Las diferencias entre pilas vienen dadas por la composición de los electrodos y del electrolito, que determinan la duración, tamaño, capacidad de contaminar, y precio.

Hay diversos compuestos para las pilas y baterías:

Tipos de Pilas

- Salinas: las más comunes y baratas, de durabilidad media-baja y uso doméstico. No son las que más contaminan, pero su pequeño contenido en mercurio las hace peligrosas para el medio ambiente.

- Alcalinas: populares por su alta durabilidad y resistencia con estabilidad a lo largo del tiempo, incluso con bajas temperaturas. Recomendables para flashes, exposímetros, etc. Tienen también mercurio.



- Óxido de plata o de mercurio: pilas de botón recomendadas para cámaras analógicas antiguas, donde sólo alimentan el exposímetro y el obturador. Altamente contaminantes por su alto contenido en mercurio (30%). Una sola pila puede estropear hasta 600.000 litros de agua.

Pila de óxido de mercurio.
Imagen extraída de camaracoleccion.es


- Litio: hay pilas de varios tipos (litio-hierro, litio-carbono, litio-manganeso, ion-litio). Pueden generar hasta 3,6 voltios. Permiten su almacenaje durante un tiempo sin apenas pérdida de la carga, pero no se deben dejar puestas en el equipo estando agotadas. Pueden durarnos hasta cinco veces más que una alcalina.


Baterías

Mejoras constantes en cuestión de durabilidad y composición: níquel-hidrógeno, plata-zinc, sodio-sulfuro, litio...).
Tienen menor impacto ecológico por no ser desechables, aunque su duración ronda los 5 años, y también contaminan el medio ambiente debido a los compuestos que contienen.

Con las baterías tenemos que tener en cuenta su voltaje o tensión y la corriente que pueden proporcionar a un aparato.
El voltaje (V) debe ser el admitido por el dispositivo a alimentar.
La corriente, en amperios (A) y la capacidad, en amperios por hora Ah), nos informará sobre la energía que podemos entregar a un equipo y durante cuánto tiempo. Mayor intensidad o corriente consumida implicará menor duración, y más necesidad de volver a cargar el acumulador.

1- De ácido-plomo: muy usadas en vehículos. Llevan un electrolito de ácido sulfúrico. Tienen una densidad energética 20 veces mayor que una de níquel-cadmio o níquel-hierro. De fabricación más económica que otras recargables, admiten hasta 1000 ciclos de carga.


2- Baterías alcalinas (su reacción química se produce en una solución alcalina). Son diferentes según la composición de sus electrodos. Las más usadas son:

· Niquel-Cadmio: las más comunes.
Necesitan recargas frecuentes (se gasta antes que una pila alcalina) y soportan bien las sobrecargas. Cuando van necesitando cada vez recargarse antes, es señal de que están llegando al final de su vida útil (unas 500 recargas). Su amperaje suele ser elevado, por lo que hay que tener la precaución de mirar si el fabricante del dispositivo donde las colocamos las recomienda.

Funcionan mejor si se descargan totalmente antes de cargarse, para evitar el fenómeno del "efecto memoria", que hace que la batería vaya perdiendo poco a poco capacidad de regeneración.
Ello se debe a la formación de unos cristales en su interior, que hacen que el voltaje de algunas de sus células disminuyan bruscamente antes de terminar su carga. El circuito externo detecta esa caída de voltaje e interrumpe la carga, dejándola incompleta.



Muy contaminantes. El cadmio tiene elevado efecto cancerígeno si se inhala. Toleran bien las bajas temperaturas.


· Niquel-Hidruro metálico: similar a las anteriores pero sustituyendo el Cadmio por otro compuesto. Además tienen en igualdad de condiciones, mayor densidad de energía (el doble), lo que las hace más recomendables que sus antecesoras.
Soportan el doble de recargas y sufren el efecto memoria, pero en menor medida que las de Níquel-Cadmio. Ojo, se descargan progresivamente aún sin usarse (hasta un 20% al mes).


Entre los fotógrafos se han puesto muy de moda estas baterías de Níquel-Hidroruro metálico para usar en los flashes de zapata.

Se conocen como de tipo "eneloop". Es una variedad creada originalmente por Sanyo, y ya muy imitada por otras marcas, que pueden llegar a una capacidad de 2500 mAh.

Se anuncian como "baterías híbridas", con las capacidades de unas pilas alcalinas y la versatilidad de unas recargables.
Suelen comprarse precargadas y tardan mucho en agotarse, aguantando unas 500 recargas.
No son baratas, y muchos usuarios han denunciado que se las han vendido "falsas". No obstante, tienen imitadores de bajo coste: las "Tronic"que venden en el Lidl, u otras de marca blanca.

Baterías Tronic de Lidl.
Imagen extraída de Lidl.de


- Baterías de Litio: están en muchas cámaras de fotos recientes, y prometen seguir mejorando su rendimiento .


· Ion-Litio. Adoptadas por los principales fabricantes de cámaras, tienen alta capacidad de acumulación (3,7 voltios) y entrega de energía, y sin problemas de efecto memoria. Pesan y abultan poco.
Pueden recargarse sin estar totalmente descargadas. Es más, no conviene que se descarguen totalmente -no menos de un 5%-, si no cargarlas frecuentemente, siempre que podamos y con diferentes porcentajes de carga de partida.
Durante toda su descarga, el voltaje apenas varía, con lo que es difícil de prever su agotamiento.
No necesitan estar una noche entera cargando para estar a pleno rendimiento, y suelen venderlas ya con carga.

Batería de Ion-litio.
Imagen extraída de blog.andalutic.com


Si vamos a dejar de usarla durante un tiempo, mejor a media carga y fuera de la cámara. Sufren un proceso de autodescarga de un 6% mensual, sin darle uso. Además no se sobrecargan aunque las dejemos más tiempo del necesario en el cargador, ya que tiene un circuito de protección que corta la corriente cuanto detecta que está al máximo.

Se conservan mejor en un ambiente cercano a los 15º, pero no se comportan bien con temperaturas extremas de frío ni de calor. Mucho frío les hace durar hasta un 25% menos, y el calor las recalienta -incluso pueden llegar a explotar-.
Cuidado, si se colocan en un cargador inadecuado, además de estropearse, también pueden incendiarse.

Pueden recargarse hasta 4000 veces. Podemos "calibrarla" muy de vez en cuando, dejando que se consuma la energía, y después dejando reposar unas 5 o 7 horas antes de poner cargar de nuevo completamente, dejándola enchufada dos horas más después de haber llegado a su carga máxima. Después, estará lista para su uso.



· Polímero de Litio. Muy recientes. De reducido tamaño y peso,  y alta capacidad.

Eso sí, si la dejamos descargarse totalmente, hay que tirarla. Soporta hasta 5000 recargas.

Ahora, elige tú.



Para ayudarte a entender el tema, podéis descargaros esta presentación sobre fuentes de alimentación para flashes, que usó en clase Francisco Javier Martín Blanco, y que nos ha cedido amablemente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Qué bien, te has animado a comentar!. Entre todos podemos hacer un mejor aprovechamiento del Blog. Adelante

¡Comenta!