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domingo, 14 de octubre de 2018

Fotos sin cámara: Fotogramas

Fotogramas en Blanco y Negro...no, no es una revista de cine

Obra de Man Ray


Cuando hablamos de un Fotograma podemos referirnos a varias cosas.

Yo voy a explicaros una de ellas: una fotografía hecha sin cámara.

¿Eso es posible?...¡Claro! y además, fácil. Los objetos que salen en nuestra imagen, no van a estar frente a una cámara, sino que van a estar encima del papel fotográfico, de forma que su silueta se quede marcada en él.

Algunos fotógrafos célebres como el conocido Man Ray, lo practicaron durante la década de los años 20 del siglo XX como obra artística de investigación, y los llamó "Rayogramas" o "rayografías".

Obra de Man Ray


Debemos contar con:

- Papel fotográfico -sensible a la luz, no del que te venden para la impresora- en B&N. Vale cualquiera que encontréis, pero mejor si pone "RC" porque se maneja muy fácilmente.

Papel fotosensible en B&N


- Un lugar cerrado a la entrada a la luz, iluminado sólo con un farolillo rojo "inactínico", que puede sustituirse con una luz roja cualquiera -aunque hay que probar que no ennegrezca el papel-. 
Un cuarto de baño serviría para instalarse.

Farolillo rojo de luz inactínica (no estropea el papel fotográfico)


- Una fuente de luz intensa que podamos encender y apagar con facilidad. Lo ideal es tener una ampliadora de un laboratorio fotográfico analógico con su reloj temporizador.
Ampliadora Fotográfica

- Unas bandejas o recipientes para llenarlos de los productos de procesado del papel (revelador, paro, y fijador). Eso hay que comprarlo y suelen venir concentrados -con la fórmula para diluirlos en su etiqueta-. También debemos de usar pinzas para no tocar los papeles, y no arañarlos ni contaminar un producto con otro (es importante porque queda inutilizado y crea manchas en las fotos).

bandejas de procesado de papel en B&N. Foto extraída de fernandogago.es
Revelador de papel B&N


- Un lugar donde enjuagar las copias (las fotos en papel reciben ese nombre), que tenga agua corriente, y un sitio para dejarlas secar protegidas de polvo, y sin necesidad de darles aire caliente. Lo ideal es un cuarto de baño o similar que haga las veces de laboratorio fotográfico.

- Objetos que posicionar sobre la superficie del papel. Vale cualquiera, pero os aconsejo que sean planos por una de las caras, así dejaran su silueta de forma más marcada. Lo típico son llaves, monedas y tijeras, pero no dudéis en experimentar con otras cosas, de mayor o menor opacidad.

Se trata de usar el papel fotosensible bajo una fuente de luz durante tiempo suficiente para que se quede marcada la silueta del objeto que hemos puesto encima suyo.

El efecto es como el que se produce cuando vamos a la nieve con gafas de sol, y se queda la marca blanca en los ojos si nos quemamos la cara... Jeje, eso es en realidad más feo que lo que vamos a hacer.

Obra de Man Ray

¿Y, cómo saber cuánto tiempo exponer el papel a la luz?. 


Pues hay que hacer una prueba previa

- Se hace cogiendo papel y el objeto, y tapando ambos - excepto una franja de un dedo más o menos) con un cartón grueso ( imprescindible para que la luz no traspase). 
- Empezamos dando luz al papel durante un tiempo cronometrado (por ejemplo 2 segundos). A continuación, destapamos otro trozo de papel, y volvemos a encender la luz otros dos segundos, y así, sucesivamente hasta que no quede nada más que destapar.
- Revelaremos el papel y saldrán unas franjas sucesivamente más oscuras, ya que al primer trozo que destapamos le ha dado todo el tiempo la luz, al siguiente tramo, dos segundos menos, al siguiente, otros dos menos,,,etc etc
- Cuando veamos que hemos conseguido que el papel tenga el fondo inequívocamente negro, en ese tramo, estará el tiempo correcto para nuestro fotograma.

Para más señas, podéis consultar esta entrada sobre revelado del papel.

En este tutorial que hemos grabado en el laboratorio, podéis ver cómo hacer un fotograma:



Os propongo un ejercicio: 
Hacedme un fotograma de tamaño 12x18 cms, usando objetos con volumen pero con partes planas y zonas opacas. 
- Antes de empezar -y con el papel guardado-, aseguraos que la ampliadora encendida tiene el objetivo con su diafragma abierto al máximo (palpad y girad el anillo y enseguida se nota si está más o menos abierto porque se ve la luz más o menos potente). 
- Comprobad que la altura que tiene la ampliadora es suficiente para proyectar un rectángulo de luz que pueda cubrir sin dudarlo el tamaño de papel que vais a usar.  
- Una vez preparado el laboratorio, apagada la luz blanca y encendida la roja, podéis sacar vuestro papel y recortarlo si fuera necesario.
- El papel se pone sobre el tablero de la ampliadora con la cara más brillante hacia arriba, que es la que tiene la sustancia (se llama emulsión) fotosensible.
Una vez que obtengáis esa copia "negativa" de fondo negro (bien negro, no gris) y figuras blancas (aceptaré algún gris, pero no sin que exista algo blanco a la vez), vais a usarla como "plantilla". 

Si, si, ahora vamos a repetir el proceso, pero en lugar de poner sobre el papel virgen un objeto, vamos a poner el fotograma bocabajo, haciendo un sandwich con el papel blanco, y pisando con un cristal limpio ambos, para que estén haciendo un contacto uniforme y no exista aire entre ellos.

De esa manera, vamos a obtener una imagen de fondo blanco y figuras negras, que en el argot fotográfico se conoce como "positivo". 

Una vez más, para saber el tiempo, tendréis que hacer la prueba tapando sucesivamente el papel a la luz, como antes expliqué.

Me entregáis las dos fotos pegadas en un soporte rígido, y sin olvidar poner los tiempos que habéis necesitado exponer el papel a la luz (suelen ser diferentes, y mucho más tiempo en el positivo que en el negativo), y la información sobre la marca y tipo de papel usado.

Fotograma positivo y negativo.


Ea, a trabajar. ¡Es muy divertido y sale siempre!


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