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viernes, 16 de septiembre de 2016

Tanto monta, monta tanto.

Eso es lo que se dice cuando algo es recíproco, "Tanto monta o monta tanto...".

En fotografía utilizamos la "reciprocidad" para hablar de la equivalencia en exposición que puede suponer a la hora de usar los controles de nuestra DSLR -obturador, diafragma e ISO- modificar éstos en pasos EV o Stops.
Osea, que dejamos pasar la misma cantidad de luz para hacer nuestra foto, si cambiamos -sabiendo lo que hacemos- un control u otro.

Ya tratamos este tema en esta entrada, (El Brazo "listo" de la ley), pero vamos a insistir, pues es un tema básico para el manejo de la cámara en modo manual, que es que se aconseja en la mayoría de los casos (hay excepciones, como en todo).

Si entendemos el concepto de reciprocidad, podemos controlar los resultados de nuestras fotografías sin problemas.

De lo contrario, es mejor poner el "piloto automático" y que sea el resultado que la máquina decida...

Diafragma 

Bueno, como sabréis, cualquier cámara tiene en el objetivo un agujero de diámetro variable -podemos hacerlo mayor o menor dentro de unos límites- que deja pasar las luz para que entre en el interior formando la imagen (si no sabéis cómo se forma la imagen dentro de una cámara, miradlo en este post anterior).

Diafragma en un objetivo fotográfico.
Imagen extraída de desarrollodemirada.blogspot.com


Ese agujero maravilloso se llama diafragma, y cada vez que modificamos su tamaño en una posición o Stop -olvidaos de controlarlo si estáis en Automático o en Program, o con algún dibujito de los que aparecen en el dial- variamos el agujero de forma que el círculo tiene un área 1,4 veces mayor -si abrimos- o menor -si cerramos- que la posición actual.

¿Porqué 1,4?. 

Pues porque es la raíz cuadrada de dos, que es la diferencia entre el área del círculo que deja al descubierto el diafragma, y del siguiente círculo que se forma al variar la apertura en un Stop o paso.

Anillo de objetivo con escala de diafragmas
(no está en todos los objetivos).
Imagen extraída de gbimagen.blogspot.com


Esto se traduce en que entrará más luz si abrimos un paso -dos veces más que antes- o menos luz si lo cerramos -dos veces menos-.



En nuestra máquina de fotos, en función del objetivo que tenga, podemos escoger entre un rango más o menos extenso de aperturas.
En esta animación podéis ver cómo queda el "círculo de entrada de luz" según si el diafragma está muy abierto, muy cerrado, o intermedio.

Diafragma en movimiento. Imagen de aprendefotografiadigital.com

Podemos ir escogiendo en una escala de "números f" que son el resultado de multiplicar por 1,4 el anterior de manera que, redondeando algunos números, la escala sale así (ojo, puede ser más o menos extensa que esta):

Escala "clásica" de números f.
Imagen extraída de pepearmario.blogspot.com


Habitualmente, si estamos faltos de luz, abrimos el diafragma -números pequeños- y si estamos "sobraos" lo cerramos y ya está, el caso en este momento es que la imagen se vea bien expuesta -ni muy clara ni muy oscura-.
Si quieres profundizar un poco más, lee esta página sobre los números f.

La escala de diafragmas es algo que hay que saberse desgraciadamente, pero no es tan difícil como parece. ¡Ánimo!.

Las cosas se complican más cuando en las cámaras actuales podemos utilizar "pasos intermedios" entre un diafragma y otro. Según cómo lo tengamos configurado en la cámara, hay pasos que son la mitad entre dos posiciones, y otros que son un tercio o dos entre dos diafragmas "clásicos".
Pues sí, son ya muchos números, pero poco a poco, con la práctica se os irán quedando en la memoria.

Canonistas.com

Profundidad de campo y diafragma

Pero cuidado, cuando elegimos un número f, hay que saber que por una u otra opción, la imagen se ve afectada -no sólo en su luminosidad-: si abrimos mucho, los planos más alejados de la cámara se vuelven borrosos y si cerramos mucho, se aprecian con mayor nitidez.

Escala de diafragmas con pasos "clásicos"
 y su resultado en la imagen en cuanto a profundidad de campo.
Imagen extraída de techniblogic.com
Es una cuestión de profundidad de campo (PC) que, además de por este factor, se ve también incluida por la distancia al sujeto enfocado y por la Longitud Focal del objetivo que usemos.


Calidad de imagen y diafragma 

Además de afectar a la PC, el uso de un determinado diafragma, influye en la calidad de la imagen, que puede estar mejor o peor definida en función de esa elección.

Lo habitual -excepciones hay- es que los diafragmas muy abiertos no produzcan la mejor de las imágenes de un objetivo, ni tampoco los muy cerrados (no me quiero enredar explicando los motivos, pera no desviarme del tema).

No obstante, los fabricantes hacen pruebas que evalúan la calidad ofrecida por cada número f de sus objetivos, y suelen representarlas en gráficos que suelen venir incluidos en la caja de éstos.

Si no te atreves a interpretarlos, puedes hacer tus propias pruebas fotografiando una escena simple con las diferentes opciones y mirando tú mismo los resultados. 

Prueba de imagen con diferentes diafragmas.
Imagen extraída de zoom.org.es


Se ha puesto de moda llamar al mejor diafragma -en cuanto a calidad de imagen- el "punto dulce" del objetivo.


Obturador

Una vez entendido que con el diámetro del diafragma dejamos pasar más luz o menos, hay que hablar del Obturador, un mecanismo que controla el tiempo que la luz está pasando.

En las cámaras muy antiguas, era un simple tapón que el fotógrafo quitaba a mano y volvía a poner después de contar un segundo o más. Cuando los materiales fotosensibles se mejoraron, no había posibilidad de abrir y cerrar a mano, pues eran fracciones muy pequeñas de segundo las que debía de estar entrando luz en la máquina. De ahí el invento de un dispositivo controlado por un temporizador.

En las cámaras réflex -y en muchas otras- se trata de un mecanismo parecido a una persiana con dos partes divididas: primera y segunda cortinilla.



Estas cortinas tapan al sensor y lo dejan al aire durante un tiempo controlado (generalmente una fracción de segundo) cuando pulsamos el disparador.

A ese tiempo se le llama velocidad de obturación y tenemos que decidir la que nos interesa.

Lógicamente, más tiempo entrando (velocidad más lenta) será una mayor cantidad de luz que un tiempo breve. Solemos dar velocidades lentas con las escenas de escasa luminosidad, y lo contrario para las luminosas.
De nuevo tenemos una serie de posiciones a escoger que dejan pasar el doble de luz de la velocidad anterior, o la mitad que la siguiente y no es por casualidad. 

Está así calculado para establecer una equivalencia entre ambos controles -diafragma y obturador- de manera que si cierro un paso o Stop en el diafragma -cortando la entrada de luz a la mitad- pueda compensarlo si es necesario con un Stop en la escala de velocidades de obturación -dando el doble de tiempo de entrada de luz- para que la cantidad de energía luminosa total sea la misma que antes de modificar nada.

Velocidades de obturación.
Imagen extraída de revela2estudio.com

Osea, que si yo tengo una fotografía que tiene la cantidad deseada de luminosidad, pero modifico la velocidad de obturación en dos pasos hacia más velocidad -rapidez-, la foto me quedará mucho más oscura que la inicial: ocho veces más oscura.

Si quiero mantener la misma cantidad de luminosidad partiendo de las mismas condiciones en la escena, puedo hacerlo abriendo el diafragma dos pasos.

Ello debe dar resultado aunque a veces, puede notarse un pelín de diferencia debido a que los fabricantes de objetivos no hacen siempre bien bien su trabajo con los diafragmas, sobre todo en modelos económicos.




Movimiento y velocidad de obturación

Igual que con el número f, escoger una determinada velocidad de obturación tiene unas implicaciones en el resultado final de la imagen.

Imagen extraída de Magazing.gerunding.es


Si disparamos muy rápidamente, podemos congelar el movimiento, capturando con nitidez los objetos móviles y sin temor a que se nos trepide (mueva) la cámara mientras los fotografiamos.

Por el contrario, velocidades lentas pueden capturar el movimiento, dando lugar a imágenes que pueden estar borrosas, o por trepidación de la cámara, o bien porque el objeto se ha movido mientras echábamos la foto.

Imagen extraída de fotonovedades.com

Además, si la luz que va a permitirnos exponer la imagen, es de un flash, no podemos poner cualquier velocidad -nunca debemos superar nuestra velocidad de sincronización-, ya que nuestra cámara réflex necesita coordinar el movimiento de las cortinillas con el destello.

Para ampliar esta cuestión, repasa esta entrada de Latikismikis.

Combinar diafragma y obturador

Cuando pulsamos el disparador de la cámara, se activan los dos controles -obturador y diafragma- y lo hacen dando lugar a un "caudal" de luz determinado que permitirá, si éste es el adecuado, obtener una imagen correctamente expuesta -desde el punto de vista técnico, con un histograma que tenga todos los tonos y sin cortes bruscos en los extremos- .

Aunque cuando aprendamos a controlar la cámara, podemos querer obtener resultados menos ortodoxos, hasta entonces es aconsejable que busquemos resultados más tradicionales en nuestras imágenes en cuanto a exposición se refiere.



¿Y qué valores usar?

...viendo los efectos que pueden éstos producir en nuestro resultado final, pues escogeremos en función de
· La necesidad de luz -que podemos consultar con el exposímetro y valorar resultados visualizando el histograma, incluso en algunos casos podremos usar esa gráfica en el Live View y alterar los controles antes del disparo- .
· Las características de la escena, que puede precisar de una gran profundidad de campo por ejemplo, o de una alta velocidad que detenga un movimiento.
Algunos efectos no se pueden conseguir si no se hacen con los parámetros adecuados.

Imagen extraída de 10mpx.tonibautista.com,es


Quizás la imagen que estemos buscando es una que no ve el ojo, pero sí la cámara, como puede ser una muy escasa profundidad de campo o una estela creada por el movimiento en el tiempo de un objeto luminoso:

Escasa profundidad de campo.
Imagen extraída de fotonostra.com

Velocidad de obturación muy lenta.
Imagen extraída de recuerdosdepandora.com

El ISO

Pues quiero empezar recordando que se escribe ISO y no Iso, ya que se trata de unas siglas (Institute  for Standarization Organization). 
Indican la sensibilidad del material que va a recibir la luz. 
Si es muy sensible, con poquita luz tendremos suficiente para hacer la foto, pero si no lo es, necesitaremos mucha más energía luminosa para obtenerla.

Por tanto, es de vital importancia saber el que tenemos puesto (igual lo tenéis en Auto, pero si es así, no controlas el resultado tú).

Pantalla de la cámara donde elegimos ISO,
Foot extraída de fotolitos.wordpress.com


De nuevo os pongo un enlace de este blog para repasar el concepto.

La sensibilidad del sensor de nuestra cámara determina si necesitaremos abrir más o menos el diafragma o dar más o menos rapidez al obturador.

También tenemos escala en la sensibilidad, y de igual manera, variar un paso, sería dar el doble -si bajamos- o la mitad de luz -si subimos-.

De nuevo nuestra elección tendrá consecuencias en el aspecto de la imagen:

Imagen extraída de lifehacker.com


- ISO alto, generalmente usado en escenas de escasa luminosidad. Las cámaras cada vez aceptan elevar más el ISO -cada una con mejor o peor resultado-,
Al escogerlo tendremos posibilidad de disparar a velocidades más rápidas y diafragmas más cerrados si queremos.
Las imágenes resultantes son susceptibles de aparecer granuladas o moteadas, de forma más evidente cuanto más pequeño sea el sensor de nuestra cámara, y más "limpias" si el sensor es mayor.

- ISO bajo (no suele estar muy por debajo de 100), recomendado para la mayoría de las tomas.
Las fotografías con el ISO bajo no presentan generalmente ruido digital, y si lo han recogido, es por motivos diferentes a la sensibilidad escogida y en menor grado que si hubiéramos escogido en esa escena un ISO alto.

Imagen extraída de luisparedescordova.wordpress.com

Conclusión

Hay que combinar los tres controles: velocidad de obturación, apertura y sensibilidad, para obtener, no sólo la exposición deseada, sino el resultado visual que nos interese como fotógrafos.

Triángulo de exposición fotográfica
Tecnologiadetuatu.elcorteingles,es


Si modificamos un paso en una de las escalas, podemos compensar ese cambio con otro de los controles, obteniendo así la misma cantidad de luz para exponer, pero diferente resultado visual.

Imagen extraída de videografoto.com


Práctica

Os propongo para asimilar estos contenidos un ejercicio con dos variantes. Antes que nada:

- Buscar la "M" de manual en vuestro dial y no tocarlo nunca más.

- Colocamos la cámara en un lugar estable -si tenéis trípode mejor, pero para velocidades lentas (por debajo de 1/60 ya son lentillas) usad disparador remoto o la función de retardo del disparo-.

- Escogemos un encuadre que no vamos a variar en todas las tomas.

- Si lo hacéis con luz natural, mejor que no sea un día de nubes que tapan y destapan el sol. Buscamos una escena de iluminación invariable durante todo el tiempo (ojo con los curiosos que nos tapan la luz en algunas tomas).

- El enfoque lo podéis hacer manual si queréis, y como la foto se lo hacemos siempre a lo mismo, con enfocar al principio, el resto de tomas deberán estar nítidas. 
También vale en Autofoco pero es innecesario.

· ISO fijo:
- Escogemos el ISO más bajo que nuestra cámara nos admita (escoged un número, nada de expresiones como High o HI-1 etc). Suele ser 100 ISO.

- Pulsad el obturador a medias y mirad el chivato que tiene el exposímetro para ver si nos falta o nos sobra luz (de momento, vamos a creernos que éste no se equivoca).



Si sobra, podemos cerrar diafragma o subir velocidad los pasos que necesitemos, y si falta, lo contrario, hasta que el indicador quede en el cero.

- Sin haber desplazado nada la cámara -es importante-, hacemos la primera toma.

- A continuación, partiendo de los valores iniciales obtenidos en obturador y diafragma, disparamos hasta cuatro fotos más, cambiando los dos controles en un paso completo -no un tercio ni dos-, de forma que uno deje pasar el doble de luz que antes, y el otro la mitad. Claro, al final queda en tablas, que de eso se trata.

- Si debido a la limitación de nuestro objetivo, nos quedamos sin escala de diafragmas, podemos ir hacia el otro lado de la escala.

El resultado lo podéis poner en una misma hoja impresa, con los datos debajo de cada toma y la información del equipo usado.

Así lo hizo Jesús Fernández y nos ha dejado enseñarlo. Gracias Jesús.

· ISO variable:
- Comenzamos con el ISO más bajo y escogemos velocidad y diafragma acorde con las indicaciones de nuestro exposímetro (y de la escena).
- Sin modificar encuadre en ningún caso, dispararemos el resto de las 4 tomas variando el ISO hacia arriba y para que la exposición sea la misma en todas, un paso completo de éste y otro de diafragma o de obturador, el que nos convenga, Ojo, sólo uno de ellos. El otro control se queda fijo.

De nuevo Jesús nos presta su ejercicio en el que podéis ver que en su caso, mantuvo el diafragma fijo, y cambió la velocidad junto al ISO. Vosotros podéis elegir.

f8-1-30seg.-ISO 100

f8-1-125seg.-ISO 400

f8-1-250seg.-ISO 800

f8-1-500seg.-ISO 1600

f8-1-2000seg.-ISO 6400

En algunas cámaras se notará más y en otras menos, el ruido producido por el ISO alto, más evidente en las zonas de sombras y en escenas oscuras.
La de Jesús se ha portado muy bien. Para ver el ruido hay que ampliar las poquitas zonas de sombras y compararlas con la misma zona en las fotos iniciales.

Los archivos conviene nombrarlos con los parámetros que hemos usado aunque, siempre se podrán mirar los metadatos, así es más cómodo de consultar.

Por cierto, no os empeñéis en que salgan las fotos con los mismos valores del ejemplo. A cada escena y circunstancia, le vendrán bien una combinación que para nada tiene que ser la que sale bien en otro momento.

Os dejo este vídeo por si os ayuda:



Ánimo, y preguntad si queréis a través de los comentarios.

miércoles, 13 de julio de 2016

Una ampliadora ¿en el móvil?

Ya hablamos de las conexiones entre la telefonía móvil con la fotografía cuando trató el tema del exposímetro en el móvil.

En esta ocasión, salimos del Estudio y entramos en el Laboratorio.

Ilustración extraída de bhphotovideo.com

Vamos a ver algo muy curioso, que unifica el laboratorio analógico con un smartphone, convirtiendo este último en un cabezal de ampliadora.



Se trata de hacer una foto con un iPhone, y posteriormente colocarlo en una columna que nos ayudará a proyectar nuestra imagen -en negativo y B&N- en un tablero. 

Kit Enfojer, Foto extraída de Fojo.me

El ingenio ha sido bautizado con el nombre de Enfojer, y venden el kit con la lucecita roja y todo (nada de faroles de plástico, ahora tenemos los leds).

Enfojer. Foto extraída de indiegogo.com
En dicho tablero podremos enfocar y ampliar al gusto la imagen negativa. Conviene hacerlo con poca luz para ver mejor el resultado.

Colocando móvil en columna. Foto extraída de 100grados.es


Ahora deberemos apagar cualquier luz que no sea roja, y podremos sacar del sobre  nuestro papel fotosensible. 

Éste lo colocaremos en el tablero para que reciba la imagen durante unos segundos (probar con varios tiempos), y cuando conozcamos la exposición correcta, podremos darle la luz deseada y pasar a la cubeta del revelador, luego la del paro, fijador y lavado con agua. 


Y voilá, tenemos en papel fotosensible de blanco y negro (el color es más complejo de revelar y no conviene), nuestra captura, mucho más perdurable en el tiempo que si la hubiéramos llevado a imprimir, y hecha en casa, con nuestras manitas (sí, a algunos nos gusta hacer "manualidades").

En este video se muestra el proceso:



viernes, 3 de junio de 2016

Virar y girar no son lo mismo

Pues no. Virar es un verbo intransitivo que significa cambiar de orientación o dirección, girar.

Pero virar una foto no es girarla. Es actuar con productos que hacen que cambie su aspecto en menor o mayor grado, casi siempre por reacción química de la emulsión que hace que ésta se transforme en otro compuesto.

Pasa de ser una imagen de grises a ser una imagen con un tono por ejemplo sepia (el virado más clásico y popular), azul, verde, naranja, rojo..... etc.

Camino. Imagen virada. Teresa Vázquez



El color resultante puede variar según el papel utilizado (si es brillo o mate, si es balitado o RC, y con la marca que sea), y según los químicos -su composición y tratamiento- que se usaron en su día para revelar la fotografía.
Las copias deben de estar en cualquier caso muy bien procesadas, sin restos de fijador, que podría provocarnos manchas antes imperceptibles.
En algunos casos se aconseja un baño previo de "eliminados de hipo", para eliminar los citados restos, pero no está aconsejado para todos los virados, pues en algunos puede resultar contraindicado.

En algunos casos, el cambio de color es apenas perceptible.

Fotografía sobre papel baritado virada al selenio. Jaime Villaseca


Para qué viramos una foto

Podemos hacerlo con motivos estéticos -cambiar una imagen de tonos grises a diferentes tonalidades de color-, o bien para aumentar la longevidad de nuestra copia en B&N.

Este último caso es el del virado al paladio, selenio o al oro, por ejemplo, que además de darle a la imagen un tono cálido y un brillito metalizado, le ofrece una mayor durabilidad.

Aquí tenéis una muestra de una obra del prestigioso fotógrafo Castro Prieto, con este tipo de tratamiento:

Arrecife de la sirena, de Castro Prieto. Virado al oro

¿Hay que cambiar la imagen completa?

Pues es lo más habitual, pero si queremos podemos aplicar los productos con un pincel o algodón de forma que sólo afecten a una zona de la fotografía, o bien "enmascarar" algunas zonas con alguna sustancia gomosa que luego podamos retirar (así podemos introducir la copia completa en el baño).

Virado parcial al sepia. Foto extraída de aloj.us.es


Tipos de virados

Podemos clasificarlos según el número de baños o bien el tipo de productos químicos.

Número de baños

- Virados directos (monobaño)

Estos viradores actúan en un solo baño, de ahí su nombre. Es el caso del Selenio, que puede dar como resultado un tono ligeramente cálido o llegar hasta un color rojizo intenso (según el papel de la copia y del tiempo que dure el proceso).


©cristinagarciarodero/magnum photos/contactos
“18 MESES DE VIDA” Georgia
Papel baritado de sales de plata virado al selenio.
1995
Este procedimiento puede tener diferentes resultados, pero suelen estar cercanos a los tonos cálidos.

- Virados Indirectos

Para virar con estos productos precisamos al menos de dos baños: blanqueador (ferricianuro potásico y bromuro potásico y baño de tono o tóner a base de sulfuro sódico.

Lo cierto es que se aconseja mojar en agua clara antes la foto, y también después de cada baño, para que los restos que pueda llevar el papel, no contaminen la siguiente cubeta.

No os asustéis por el olor a huevos podridos, y sobre todo usad guantes y hacerlo en un lugar muy bien ventilado.
El más conocido sea quizás el virado al Sulfuro (sepia)

Tipos de Químicos

Sulfuración

Son en su mayoría indirectos (sepia).
El primer baño disuelve las sales de plata y el segundo consigue crear una imagen de sulfuro de plata (más estable) y de color sepia.

Sales Metálicas

A excepción del virador verde que precisa varios baños (uno a base de nitrato amónico-férrico, ,  ferricianuro potásico y ácido clorhídrico diluidos en agua fría, y un segundo baño con sulfuro sódico y tiosulfato sódico diluidos en agua), son directos.

Virado analógico al verde.
Foto extraída de personal.us.es


Un ejemplo es el virado al azul que se hace con Ferricianuro potásico y ácido sulfúrico concentrado (nada recomendables para jugar sin protección).

Virado azul.Foto extraída de aloj.us.es


Este tipo de virados consiguen cambiar el color de la imagen superponiendo las sales metálicas a la plata de la emulsión (no como el caso del virado al oro, uranio o selenio, donde la plata queda reemplazada por estas sustancias).

Colorantes

Transforman la plata de la emulsión en otra sustancia que pueda absorber el color (metales coloreados o que puedan pigmentarse).
Actúan cambiando la plata negra a otro color, pero sin afectar a los blancos, como haría un tinte.

Porque se pueden "teñir" (en lugar de virar) fotos con té concentrado por ejemplo, y quedan muy bonitas.
Aquí podéis ver cómo se hace con un cianotipo:





Existe un producto en el mercado (cada vez más difícil de localizar, como todo lo del mundo analógico), que contiene un pack de líquidos que nos permiten variados efectos en nuestras copias: COLORVIR.

Caja de Colorvir

En su caja vienen muchos botecitos de químicos concentrados identificados por unas letras y unas instrucciones que nos indican qué efecto hacen, y cómo diluirlos. Contiene colorantes y viradores de varios tipos y es un paquete muy atractivo para los amantes de los experimentos.

En la Escuela de Artes de Huelva, tuvimos oportunidad de comprobarlo, como podéis ver en estas fotos que hizo Antonio Pinilla:

Virado al azul con químicos del pack de Colovir

Cubetas de virador azul y otros colores -al fondo- de Colorvir

Imagen tratada con colorvir. Aloj.us.es
Algunas combinaciones de los productos de colorir y sus resultados

Más información sobre virados analógicos aquí.



Estas técnicas se suelen aplicar a los materiales fotográficos basados en sales de plata (papeles de gelatinobromuro de plata), pero otros materiales como las cianotipias, también pueden ser virados.
Otros productos similares son el Kit Palette Toner y el Multitoner de TTnal.

¿Que qué era la cianotipia?, pues una emulsión fotográfica que se prepara con sales de hierro y que da lugar a una imagen azul (no en blanco y negro). Si queréis saber más, consultar esta entrada.

Virados digitales


Para hacerlo con archivos de imagen digital, hay multitud de técnicas, como ésta:


O esta otra:



Además, en Photoshop podemos virar (imitando las técnicas analógicas) así:

- Una vez que tenemos la imagen en blanco y negro, podríamos usar una Capa de Ajuste de Color Uniforme o bien una Capa de Ajuste de Filtro de Fotografía, escogiendo el color y deseado y la opacidad que nos interesa.

- Creando una capa de Ajuste de Tono-Saturación, activando la opción de "colorear" y escogiendo el color en la barra de Tono.


- Creando una capa de Ajuste de Blanco y Negro, al que activaremos la casilla "matiz".
Sale por defecto un virado sepia, pero se puede escoger otro color accediendo al recuadro que hay junto a la casilla.


Ese recuadro activa el selector de color que nos permite elegir uno al gusto:


Incluso en Camera Raw podemos imitar a una imagen en B&N analógica virada, utilizando la paleta "Dividir Tonos". Eso sí, pasando previamente a blanco y negro usando la opción "escala de gises" que nos da la Paleta HSL.

Una vez monocroma la foto, podemos ir a "Dividir Tonos" y para conseguir un virado sepia colocamos un tono en "iluminaciones" entre 40 y 45, y con una saturación entre 5 y 25 aproximadamente.

Pra Virar a un tono frio, escogemos un tono entre 210-240 y una saturación entre 5 y 15.


Otra opción es utilizar el menú Imagen de Photoshop, variando de Modo RGB a Escala de Grises, y de ahí a Duotono o Tritotono...

En el paso a Escala de Grises, nos saldrá un alerta para advertirnos de que perdemos la información de color:

Una vez aceptado, pasamos de escala de Grises a Duotono y allí podremos elegir varias opciones "A medida" escogiendo en la opción de monocromo el color deseado para nuestro virado (en esta elección queda más como un tinte, respetando poco las luces).


También podemos escoger opciones de Duotono que salen en una larga lista de Ajustes Preestablecidos en el propio cuadro de diálogo:


Las combinaciones son muchas y muy personalizables. 
Animaos a probar




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