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viernes, 7 de julio de 2023

Cómo iluminar la Piel

Aunque el título parece de un post de cosmética y maquillaje, no vamos a hablar de el rostro humano, sino de materiales hechos con piel o sucedáneos (imitaciones) de ésta.

A menudo. muchas fotografías publicadas en internet nos muestran objetos y prendas de diversos materiales que no siempre muestran su mejor cara, pues no se ha tenido en cuenta cómo iluminarlos para conseguirlo.

Cualquier material que se ilumine puede reflejar la luz de diferentes formas. Los reflejos más habituales son básicamente:

polarizados

especulares (que en adelante llamaremos reflejos directos, aunque no son los únicos que podrían llamarse así)

- reflejos difusos


Estos reflejos no dependen de la calidad de luz que reciba el material (dura o suave), sino de las características de la superficie de dichos materiales (aquí puedes profundizar en este tema de los reflejos),

Esto es algo muy importante, que no siempre se tiene en cuenta a la hora de plantear la iluminación de materiales diversos.

Pieles 

Pelo largo

Para explicar cómo iluminar pieles de pelo largo, que pueden ser muy diversas, podríamos agruparlas por:

- tipo "borreguito" 

- tipo "abrigo de lujo"




Borreguito



Es como un bellón, como uno de esos chalecos que le ponen a los niños para disfrazarlos de pastorcillos en el Belén del cole, y también como esos ositos que son de peluche... suele ser pelo corto o no muy largo.

Aquí, querremos que se vea la frondosidad y el tacto mullido pero no el brillo, ya que carece de él. 

Para eso podemos usar una fuente de luz lateral para que se destaque el relieve y semidura. A menudo acudiremos a posiciones altas de esta fuente de luz, así que le llegará la iluminación desde arriba en picado:




Si la pieza tiene el pelo más largo y es plana, podemos bajar la luz a la altura de su superficie, al ras. Cuanto más cercana a esa posición, más pronunciado el efecto de relieve que podemos conseguir.



Tampoco conviene que pongamos una luz extremadamente dura, ya que aportaría excesiva tetricidad (que se quede muy exagerado y contrastado). 

Si quieres evitar una excesiva y brusca caída de la luz de un lado a otro de la pieza, retira la fuente de luz a mucha distancia, y eso hará que haya una menor brusquedad en la transición entre zonas (es una de las aplicaciones de la ley inversa de los cuadrados).


Abrigo "de lujo"



El brillo sí lo tienen y caracterizan piezas de bisón, marta, de nutria, astracán, zorro...incluso si son de imitación.



Por tanto, si queremos destacar ese brillo junto con la sedosidad y hacer notar el posible tacto suave, usaremos para luz principal una fuente de luz grande.

Osea, que será una calidad suave (no poco intensa, que es otra cosa), y haremos que se vea en la foto un reflejo directo de esa luz sobre una parte de la pieza. Si el reflejo es sobre la totalidad, no se apreciaría la cualidad del material. Si no recuerdas o no sabes a qué me refiero con lo del reflejo directo, deberías mirar aquí.



Para ello sería buena idea colocar la luz en una posición lateral (más de 30º y máximo 60º) respecto al eje cámara-objeto.



Si además queremos que se aprecie el detalle de la longitud del pelo, añadimos una luz "de efecto", con cierta dureza (una luz concentrada y directa, a unos 135º, o sea, por detrás.


Pelo corto

Ante

Este material produce reflejos difusos, por lo que no podemos esperar que brille (ni falta que hace).

Una opción para iluminarlo sería con una luz lateral (entre 45º y 60º preferiblemente) semidura, que destacará algo su textura. 



Si nos interesa que se resalte aún más esa textura característica, pondremos las luz lo más al ras posible y cercana a 90º, o incluso desde una posición cenital (como se ve en la foto de abajo), buscando rozar la superficie provocando algunos pliegues para destacar las cualidades del material con esa iluminación.



Cuero

Para el cuero, podemos diferenciar entre el que es liso y el que no lo es.

Liso

Produce reflejos especulares, así que hay que aprovecharlos. Ponemos fuente de luz suave (tamaño grande del haz de luz) ligeramente lateral y captando con nuestra cámara un reflejo directo -parcial, no que inunde completamente- en la pieza. Si no lo hacemos parcial. la pieza parecerá toda "blanca".

Podemos complementar la luz principal con reflectores u otras luces,  buscando los reflejos directos que nos descubrirán la superficie característica del cuero liso, o bien algunas áreas en las que no se vean éstos,  contrastando de esta forma unas zonas con otras. Estas decisiones se verán influídas por la forma de los objetos, ya que no es igual iluminar una cartera, que es más plana, que un zapato.


Esta cuestión es importante ya que si la superficie reflejara por igual la luz, no se apreciaría la cualidad del material, por tanto debemos capturar una zona de reflejos especulares directos, y otras partes de la pieza con diferente intensidad o evitar en el resto de la superficie éstos. 

En objetos para catálogos de ventas, solemos querer que las sombras arrojadas por las piezas no se despeguen mucho de éstas, con lo que la posición alta y picada de la fuente de luz es muy adecuada. 

Ojo, que esté la luz desde arriba no implica que tenga que estar perpendicular al suelo -no es necesario que si se cae, impacte con lo que estemos iluminando-. De hecho puede quedar mucho mejor si no lo está.

Una luz desde arriba, podemos plantearla más desde un lado o incluso de frente.


Es fácil si la pieza no es plana (un bolso, una cazadora o abrigo por ejemplo), ya que las distintas caras del objeto reaccionarán de manera diferente a la luz con una dirección distinta según su posición respecto a la familia de ángulos (lee lo que es en la entrada de reflexión).  




En cuanto a piezas lisas, siempre es mejor provocar arrugas más o menos evidentes para que se aprecie la cualidad del material a través de los reflejos y de las sombras que ello le provoca.




Con textura

La calidad de la luz debe ser suave, ya que el tamaño del haz de luz será mucho más estético al verse reflejado en la pieza a fotografiar. 
Esto puede parecer en principio contradictorio con lo que se suele aconsejar para destacar superficies con textura, sin embargo, es lo más sensato, ya que el cuero reacciona a la luz devolviendo reflejos especulares.
El objeto que esté hecho con un cuero que textura no lisa (piel de cocodrilo u otros cueros con escamas) podría beneficiarse de una luz rasante que destaque esa cualidad táctil. Sin embargo, en el caso del cuero, si la luz principal la ponemos rasante a la superficie, se evitarían los reflejos directos y ello ocultaría bastante la textura de este tipo de materia. 

Por tanto, si queremos que la rugosidad se aprecie, hay que iluminar con una luz principal suave desde una posición que produzca reflejos especulares que captemos con la cámara, de lo contrario se ocultaría esa textura. 


Si además queremos añadir un extra de textura, podríamos poner una luz de efecto, desde una posición lateral y rasante.

De nuevo se suele acudir a posiciones altas de la fuente de luz (que oculta la sombra arrojada por el objeto),, desde una posición más o menos frontal.










domingo, 2 de julio de 2023

Textiles con luz

Iluminar correctamente textiles depende mucho más de cómo sean éstos que de ninguna otra cosa. Por tanto, voy a diferenciar algunas de las variedades que existen:

Tejidos brillantes y lisos

Satén y similares



Las telas lisas y con brillo como un satén, una tafetán, un raso o una seda tornasolada, necesitan que se aprecie esa cualidad que les caracteriza, ósea, que el reflejo directo especular que producen, se vea en la foto. Si no sabes de qué te hablo, consulta esta otra entrada.

Tela tornasolada


Además, siempre hay que usar una fuente de luz suave (un haz de luz grande), que aporta mayor estética. De lo contrario, el reflejo sería un brillo puntual poco favorecedor del que debemos huir (no os he puesto ninguna foto de esto).


Tafetán

Para apreciar mejor la calidad de las piezas, de nuevo debemos buscar un cambio en la dirección de los planos, para que el reflejo directo no sea total (se vería toda la superficie blanca sin más, sino que se aprecie el contraste entre el reflejo y las zonas que no lo contienen.

Eso es relativamente fácil si la pieza de tela está sobre un maniquí o sobre un mueble (sábanas de satén sobre una cama, por ejemplo).

sábanas de raso

Pero si está sobre una simple superficie horizontal, debemos de cogerle pliegues o tablas que arruguen el tejido. Esta forma de plegar los tejidos también da información de la rigidez y grosor que pueden tener, así que es un recurso muy usado en los catálogos.



En algunas páginas web están incorporando pequeños vídeos donde se ve la tela en movimiento, algo que ayuda sin duda a apreciar su calidad.

Si embargo, el caso de los estampados es diferente. Si queremos apreciar bien el dibujo, se fotografían generalmente estirados y con una luz de una calidad suave (que como siempre procuro insistir, no significa débil). 

Podemos probar a poner dos ventanas laterales simétricas entre sí a 90º de la pieza respecto a la cámara. De esa forma es probable que podamos apreciar la tela y su estampado sin exceso de reflejo. Será más difícil apreciar que es satén, pero se verá mejor el estampado (una de las dos cosas hay que sacrificarla).




Tejidos Traslúcidos

Las telas traslúcidas se suelen iluminar con una luz principal suave a contraluz, y una secundaria con una ratio ligeramente inferior (más débil que la principal). Esto nos permite ver cual es su nivel de opacidad y la trama que poseen (los tules son muy parecidos a una pequeña red).

Si lo de la ratio te suena a chino, debes saber que me refiero a la relación de intensiad que hay entre la luz principal y secundaria. Una ratio alta es mucha diferencia entre una y otra luz, pero una ratio baja, son luces de intensidad similar. Para más información, lee esto.

Visillos y estores 

Los visillos es habitual fotografiarlos puestos en una ventana. iluminados por detrás, con un relleno frontal (puede ser incluso ratio 1:1 aunque eso os recomiendo poner la luz secundaria algo más débil). 





Para ver estampados, mejor estirarlos total o parcialmente. 








También está el recurso de arrugar para apreciar cómo es el tejido en cuanto a opacidad, grosor y movimiento.


Tules y encajes

Cuando es una prenda ya confeccionada, permite iluminación más variada, ya que la transparencia es más fácil de apreciar al tener algo reconocible debajo del tejido.



Los estampados, bordados o pequeños detalles en relieve, se pueden fotografiar estirados, iluminados de frente y con luz suave, aunque en estos tejidos la calidad de la luz no es tan vital, ya que no suelen producir reflejos muy especulares, sino más bien difusos, los que nos permitiría poner luces más duras si lo deseamos. 

Se usa la opción de plegar o girar el tejido, recurso que permite ver su transparencia aunque el dibujo se quede con menor protagonismo. Aquí la luz puede ser más lateral.



Si utilizáis el recurso del giro, que no sea la foto única para enseñar esa tela, sino sólo para apreciar su transparencia y su grado de rigidez.



Importante tener en consideración el color del tejido, que contraste con el fondo (fondo claro si el tejido es oscuro y viceversa).




La forma de colocar la pieza de tela, puede ser especialmente importante en el caso de los velos o tejidos similares para dar un buen aspecto a la pieza y dejar apreciar cómo podría lucir en una prenda. Se suele hacer simulando su colocación sobre una cabeza o cuerpo, aunque en el caso de otro tipo de encajes, se pueden llegar a fotografiar totalmente planos (arriba tenéis algún ejemplo).


Si ya la podemos presentar sobre un cuerpo, pues mejor aún. En estos ejemplos como podéis ver, la luz de atrás es la principal, y está más o menos complementada por una luz frontal, como ya os he comentado antes.





lunes, 5 de octubre de 2020

Raspa y tiene bultitos... ¿cómo lo ilumino?

Los materiales con textura rugosa, a menudo son de tacto basto y abultado. Al pasar una mano por ellos, podemos notar esa aspereza -no siempre tiene que ser molesta- y eso el algo que podemos querer resaltar u ocultar (en un retrato solemos esconder las texturas que nos resaltan las imperfecciones), pero que indudablemente caracterizan esa superficie.

Fotografía de Alberto González


Fotografía de Domingo Díaz

Para fotografiarlos y destacar esa cualidad que nos recuerda la experiencia "táctil" de esa materia, la iluminación que usemos deberá de ser dura. lateral y lo más rasante posible a la superficie.




Calidad de la luz

La luz deberá de ser dura, pues las luces de este tipo producen sombras claramente visibles y definidas. Cada irregularidad y relieve (o bajorrelieve) de nuestro material, tendrá su sombra correspondiente. 


Fotografía de Ani Ramírez


Eso hace que estas zonas queden como "subrayadas" y resaltadas, destacando así la calidad de esa superficie. Esto no lo conseguiríamos con una luz suave que envuelva y cuyas sombras sean o inexistentes o poco visibles. 

Que la luz sea o no dura, depende básicamente del tamaño del haz de luz que estemos usando. 

Una luz suave procede de una gran fuente de luz, y una luz dura, de una pequeña y puntual. Si no sabes a qué me refiero con luz dura y suave, lee esto.



Posición de la luz

Para que las sombras "resaltadoras" se vean, no podemos poner la luz en cualquier sitio, debemos situarla a conciencia. 

Fotografía de Lucía Suárez


Como dice el fotógrafo de este vídeo que os dejo abajo, la textura se apreciará en tanto en cuanto nos alejemos con la luz del eje de la visión de la cámara, tanto en el sentido horizontal como vertical. Lo verás claro si pones el video a partir del minuto 5:34 (antes habla del retrato, pero luego pone un ejemplo de papel arrugado).


Eje Horizontal

Respecto al eje horizontal una luz lateral, a 90º (o cercana a esa posición, siempre que esté por delante de la pieza), proyecta sombras en el lado opuesto del relieve, con lo cual se quedarán dentro de nuestro campo de visión.


Eje vertical

Respecto al eje vertical, debemos de procurar que la luz "roce" la superficie que queremos destacar. 

Está claro que si tenemos un objeto con superficies en distintos planos, no todos ellos saldrán beneficiados por esta posición rasante -osea. al ras- , así que escogeremos la cara más significativa de nuestro objeto, la que más queramos destacar en nuestra fotografía.


Distancia

Cuando ponemos una luz dura y lateral, podemos encontrarnos con que el objeto, aunque resalte la textura, se vea demasiado contrastado en su totalidad. Me refiero a que la zona más a alejada de la luz esté muy oscura (quizás totalmente en sombra) y la más cercana, tenga una luminosidad demasiado intensa.

Esto puede solucionarse alejando bastante la fuente de luz de nuestro objeto. Si, ya sé que puede parecer algo extraño, pero así la diferencia entre las dos zonas del objeto no será tan exagerada. 



Algunos solucionan este problema colocando un reflector al lado opuesto de la luz. No es la solución mejor, y no os lo recomiendo. Si optáis por esto, no lo coloquéis muy cerca, pues rellenará tanto que la figura perderá el resaltado de la textura y algo de volumen y, si el objeto es una superficie plana (una pared, un cartón etc). hará que la textura casi se elimine.

El aumentar la separación entre luz y objeto para conseguir una caída menos brusca de la luz, es una de las aplicaciones que tiene la Ley inversa de los cuadrados, que ya vimos en esta entrada.

Aquí puedes repasar esta aplicación, aunque el ejemplo sea de retrato:


Y con esto es suficiente para que empecéis a iluminar destacando las texturas rugosas...

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