El flash es una fuente de luz artificial con la que no solemos llevarnos bien.
El hecho de que su efecto no se vea antes de tomar la foto, siempre ha traido de cabeza a los aficionados a la fotografía. Para colmo, el haz de luz que desprende es muy intenso, y la posición que tiene (si no hacemos nada a respecto) para con el sujeto u objeto fotografiado, le quitan aún más popularidad.
Vamos, que asociamos su uso con un destellazo blanco que en muchos casos quema al protagonista, y deja oscuro el resto de la escena, por muy interesante que nos pudiera resultar. Y ¡qué rabia da!, ¡lo decepcionante que resulta!.
Pero existen otros mundos...que están en este. Con ese mismo flash podemos aprender a mejorar el resultado. Aquí tenéis un ejemplo sacado de un curso de iluminación
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| El mismo aparato, usado desde la cámara, desde un lateral, o rebotado en una pared. |
Pues como se puede comprobar, el primer retrato es un resultado muy habitual si usamos el flash portátil: luz directa y dura, practicamente frontal, que aplana los volúmenes y que no favorece ni al fondo, ni a la figura.
Sin embargo, sin variar la dureza, sólo la dirección de la luz, obtenemos el segundo retrato, mucho más gratificante.
Ya si buscamos algo más armonioso, suavizamos la luz rebotándola (girando la antorcha hacia una pared u otra superficie). Aunque sigue siendo lateral como el anterior disparo, hay menor contraste. Por tanto, podemos elegir entre variar la posición y la dureza, o ambas cosas a la vez.
Sin embargo, sin variar la dureza, sólo la dirección de la luz, obtenemos el segundo retrato, mucho más gratificante.
Ya si buscamos algo más armonioso, suavizamos la luz rebotándola (girando la antorcha hacia una pared u otra superficie). Aunque sigue siendo lateral como el anterior disparo, hay menor contraste. Por tanto, podemos elegir entre variar la posición y la dureza, o ambas cosas a la vez.
Otra excusa para no usar el flash externo portátil es el carecer de un exposímetro/flashímetro...¿cómo sabemos si la exposición es la correcta?.
Mucha veces nos fiamos de los que vemos en la pantallita de la cámara y luego...aggg, en el monitor del ordenador se ve que hemos expuesto regular...deberíamos haber consultado el histograma antes de dar la toma por válida...
Mucha veces nos fiamos de los que vemos en la pantallita de la cámara y luego...aggg, en el monitor del ordenador se ve que hemos expuesto regular...deberíamos haber consultado el histograma antes de dar la toma por válida...
¡Internet al rescate!. Aquí tenéis un vídeo del autor del libro del que os he hablado, con una forma sencilla de corregir o calcular la exposición del flash sin ese interesante aparatito (flashímetro), basándonos en la lectura del histograma en la cámara de una foto de un plano de color blanco:
Sencillo y al alcance de todos los bolsillos. Cada vez tenemos menos excusas para no usar el flash.
Hola Tere... de nuevo.
ResponderEliminarPor lo que veo, parece que has adquirido el libro, pero que aún no lo tienes, parece que tiene muy buena pinta por lo que se puede ver.
ya comentarás aquí que te parece, pues si bien internet tiene miles de posibilidades con sus vidiotutoriales y webs de fotografía, a veces hojeo en las librerías libros de fotografía, que también tienen sus ventajas. y algunos son dignos de estar en nuestra estantería, para una posible consulta.
En cuanto al flash, algunos compañeros me han preguntado por flashes de estudio, materiales y accesorios, como hablamos tú y yo en una ocasión
y a la conclusión que llegé, es que hay que plantearse muy bien su utilización, es decir, ¿va a ser para algo esporádico, o para algo profesional casi a diario?, ¿que es lo que principalmente vamos a fotografiar? ¿de que espacio disponemos?. y sobre todo , el tema económico, si estamos muy ajustados, ahora esta muy en auge el strobist,(nuestros flashes de mano o tipo cobra)
es económico, versatil, ligero, y sobre todo portatil, se puede llevar su uso a exteriores.
Esta claro que unos flashes de estudio tienen otras ventajas, pero bueno como decía antes ya esta las necesidades de cada uno.
Por último muy curioso lo del exposímetro/flashimetro, ya sabes que un dia hablando de este tema, te dije lo del ojímetro y fiarse del histograma, pero me recordaste, y es bueno ponerlo aquí, que tuviera en cuenta que el histograma que veiamos en cámara, era el de jpeg, y que no el del RAW.
Buen verano a la creadora de este blog, y a los que lo siguen, que se que aunque agazapados, como "la verdad", estan ahí fuera.
Rodchenko, tienes mucha razón con lo de los flashes de estudio. A todos nos entra en algún momento la "neura" de tener a nuestra disposición un estudio montadito para lo que nos apetezca hacer. Ahora bien, rentable...seguramente no será. Los flashes portátiles que ahora todos llaman strobist son mucho más versátiles y económicos, más si no se van a dedicar a una sola cosa: igual apetece ir a la playa o al campo, o a cualquier otro sitio donde no hay enchufes, y con un pequeño flash de unos 100 euros (menos si te compras el chino el famoso yongnuo) tienes alrededor de 50 de número guía, que sobra. Eso sí, como siempre, cada uno sabe para qué lo quiere...Un abrazo
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