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viernes, 16 de septiembre de 2016

Tanto monta, monta tanto.

Eso es lo que se dice cuando algo es recíproco, "Tanto monta o monta tanto...".

En fotografía utilizamos la "reciprocidad" para hablar de la equivalencia en exposición que puede suponer a la hora de usar los controles de nuestra DSLR -obturador, diafragma e ISO- modificar éstos en pasos EV o Stops.
Osea, que dejamos pasar la misma cantidad de luz para hacer nuestra foto, si cambiamos -sabiendo lo que hacemos- un control u otro.

Ya tratamos este tema en esta entrada, (El Brazo "listo" de la ley), pero vamos a insistir, pues es un tema básico para el manejo de la cámara en modo manual, que es que se aconseja en la mayoría de los casos (hay excepciones, como en todo).

Si entendemos el concepto de reciprocidad, podemos controlar los resultados de nuestras fotografías sin problemas.

De lo contrario, es mejor poner el "piloto automático" y que sea el resultado que la máquina decida...

Diafragma 

Bueno, como sabréis, cualquier cámara tiene en el objetivo un agujero de diámetro variable -podemos hacerlo mayor o menor dentro de unos límites- que deja pasar las luz para que entre en el interior formando la imagen (si no sabéis cómo se forma la imagen dentro de una cámara, miradlo en este post anterior).

Diafragma en un objetivo fotográfico.
Imagen extraída de desarrollodemirada.blogspot.com


Ese agujero maravilloso se llama diafragma, y cada vez que modificamos su tamaño en una posición o Stop -olvidaos de controlarlo si estáis en Automático o en Program, o con algún dibujito de los que aparecen en el dial- variamos el agujero de forma que el círculo tiene un área 1,4 veces mayor -si abrimos- o menor -si cerramos- que la posición actual.

¿Porqué 1,4?. 

Pues porque es la raíz cuadrada de dos, que es la diferencia entre el área del círculo que deja al descubierto el diafragma, y del siguiente círculo que se forma al variar la apertura en un Stop o paso.

Anillo de objetivo con escala de diafragmas
(no está en todos los objetivos).
Imagen extraída de gbimagen.blogspot.com


Esto se traduce en que entrará más luz si abrimos un paso -dos veces más que antes- o menos luz si lo cerramos -dos veces menos-.



En nuestra máquina de fotos, en función del objetivo que tenga, podemos escoger entre un rango más o menos extenso de aperturas.
En esta animación podéis ver cómo queda el "círculo de entrada de luz" según si el diafragma está muy abierto, muy cerrado, o intermedio.

Diafragma en movimiento. Imagen de aprendefotografiadigital.com

Podemos ir escogiendo en una escala de "números f" que son el resultado de multiplicar por 1,4 el anterior de manera que, redondeando algunos números, la escala sale así (ojo, puede ser más o menos extensa que esta):

Escala "clásica" de números f.
Imagen extraída de pepearmario.blogspot.com


Habitualmente, si estamos faltos de luz, abrimos el diafragma -números pequeños- y si estamos "sobraos" lo cerramos y ya está, el caso en este momento es que la imagen se vea bien expuesta -ni muy clara ni muy oscura-.
Si quieres profundizar un poco más, lee esta página sobre los números f.

La escala de diafragmas es algo que hay que saberse desgraciadamente, pero no es tan difícil como parece. ¡Ánimo!.

Las cosas se complican más cuando en las cámaras actuales podemos utilizar "pasos intermedios" entre un diafragma y otro. Según cómo lo tengamos configurado en la cámara, hay pasos que son la mitad entre dos posiciones, y otros que son un tercio o dos entre dos diafragmas "clásicos".
Pues sí, son ya muchos números, pero poco a poco, con la práctica se os irán quedando en la memoria.

Canonistas.com

Profundidad de campo y diafragma

Pero cuidado, cuando elegimos un número f, hay que saber que por una u otra opción, la imagen se ve afectada -no sólo en su luminosidad-: si abrimos mucho, los planos más alejados de la cámara se vuelven borrosos y si cerramos mucho, se aprecian con mayor nitidez.

Escala de diafragmas con pasos "clásicos"
 y su resultado en la imagen en cuanto a profundidad de campo.
Imagen extraída de techniblogic.com
Es una cuestión de profundidad de campo (PC) que, además de por este factor, se ve también incluida por la distancia al sujeto enfocado y por la Longitud Focal del objetivo que usemos.


Calidad de imagen y diafragma 

Además de afectar a la PC, el uso de un determinado diafragma, influye en la calidad de la imagen, que puede estar mejor o peor definida en función de esa elección.

Lo habitual -excepciones hay- es que los diafragmas muy abiertos no produzcan la mejor de las imágenes de un objetivo, ni tampoco los muy cerrados (no me quiero enredar explicando los motivos, pera no desviarme del tema).

No obstante, los fabricantes hacen pruebas que evalúan la calidad ofrecida por cada número f de sus objetivos, y suelen representarlas en gráficos que suelen venir incluidos en la caja de éstos.

Si no te atreves a interpretarlos, puedes hacer tus propias pruebas fotografiando una escena simple con las diferentes opciones y mirando tú mismo los resultados. 

Prueba de imagen con diferentes diafragmas.
Imagen extraída de zoom.org.es


Se ha puesto de moda llamar al mejor diafragma -en cuanto a calidad de imagen- el "punto dulce" del objetivo.


Obturador

Una vez entendido que con el diámetro del diafragma dejamos pasar más luz o menos, hay que hablar del Obturador, un mecanismo que controla el tiempo que la luz está pasando.

En las cámaras muy antiguas, era un simple tapón que el fotógrafo quitaba a mano y volvía a poner después de contar un segundo o más. Cuando los materiales fotosensibles se mejoraron, no había posibilidad de abrir y cerrar a mano, pues eran fracciones muy pequeñas de segundo las que debía de estar entrando luz en la máquina. De ahí el invento de un dispositivo controlado por un temporizador.

En las cámaras réflex -y en muchas otras- se trata de un mecanismo parecido a una persiana con dos partes divididas: primera y segunda cortinilla.



Estas cortinas tapan al sensor y lo dejan al aire durante un tiempo controlado (generalmente una fracción de segundo) cuando pulsamos el disparador.

A ese tiempo se le llama velocidad de obturación y tenemos que decidir la que nos interesa.

Lógicamente, más tiempo entrando (velocidad más lenta) será una mayor cantidad de luz que un tiempo breve. Solemos dar velocidades lentas con las escenas de escasa luminosidad, y lo contrario para las luminosas.
De nuevo tenemos una serie de posiciones a escoger que dejan pasar el doble de luz de la velocidad anterior, o la mitad que la siguiente y no es por casualidad. 

Está así calculado para establecer una equivalencia entre ambos controles -diafragma y obturador- de manera que si cierro un paso o Stop en el diafragma -cortando la entrada de luz a la mitad- pueda compensarlo si es necesario con un Stop en la escala de velocidades de obturación -dando el doble de tiempo de entrada de luz- para que la cantidad de energía luminosa total sea la misma que antes de modificar nada.

Velocidades de obturación.
Imagen extraída de revela2estudio.com

Osea, que si yo tengo una fotografía que tiene la cantidad deseada de luminosidad, pero modifico la velocidad de obturación en dos pasos hacia más velocidad -rapidez-, la foto me quedará mucho más oscura que la inicial: ocho veces más oscura.

Si quiero mantener la misma cantidad de luminosidad partiendo de las mismas condiciones en la escena, puedo hacerlo abriendo el diafragma dos pasos.

Ello debe dar resultado aunque a veces, puede notarse un pelín de diferencia debido a que los fabricantes de objetivos no hacen siempre bien bien su trabajo con los diafragmas, sobre todo en modelos económicos.




Movimiento y velocidad de obturación

Igual que con el número f, escoger una determinada velocidad de obturación tiene unas implicaciones en el resultado final de la imagen.

Imagen extraída de Magazing.gerunding.es


Si disparamos muy rápidamente, podemos congelar el movimiento, capturando con nitidez los objetos móviles y sin temor a que se nos trepide (mueva) la cámara mientras los fotografiamos.

Por el contrario, velocidades lentas pueden capturar el movimiento, dando lugar a imágenes que pueden estar borrosas, o por trepidación de la cámara, o bien porque el objeto se ha movido mientras echábamos la foto.

Imagen extraída de fotonovedades.com

Además, si la luz que va a permitirnos exponer la imagen, es de un flash, no podemos poner cualquier velocidad -nunca debemos superar nuestra velocidad de sincronización-, ya que nuestra cámara réflex necesita coordinar el movimiento de las cortinillas con el destello.

Para ampliar esta cuestión, repasa esta entrada de Latikismikis.

Combinar diafragma y obturador

Cuando pulsamos el disparador de la cámara, se activan los dos controles -obturador y diafragma- y lo hacen dando lugar a un "caudal" de luz determinado que permitirá, si éste es el adecuado, obtener una imagen correctamente expuesta -desde el punto de vista técnico, con un histograma que tenga todos los tonos y sin cortes bruscos en los extremos- .

Aunque cuando aprendamos a controlar la cámara, podemos querer obtener resultados menos ortodoxos, hasta entonces es aconsejable que busquemos resultados más tradicionales en nuestras imágenes en cuanto a exposición se refiere.



¿Y qué valores usar?

...viendo los efectos que pueden éstos producir en nuestro resultado final, pues escogeremos en función de
· La necesidad de luz -que podemos consultar con el exposímetro y valorar resultados visualizando el histograma, incluso en algunos casos podremos usar esa gráfica en el Live View y alterar los controles antes del disparo- .
· Las características de la escena, que puede precisar de una gran profundidad de campo por ejemplo, o de una alta velocidad que detenga un movimiento.
Algunos efectos no se pueden conseguir si no se hacen con los parámetros adecuados.

Imagen extraída de 10mpx.tonibautista.com,es


Quizás la imagen que estemos buscando es una que no ve el ojo, pero sí la cámara, como puede ser una muy escasa profundidad de campo o una estela creada por el movimiento en el tiempo de un objeto luminoso:

Escasa profundidad de campo.
Imagen extraída de fotonostra.com

Velocidad de obturación muy lenta.
Imagen extraída de recuerdosdepandora.com

El ISO

Pues quiero empezar recordando que se escribe ISO y no Iso, ya que se trata de unas siglas (Institute  for Standarization Organization). 
Indican la sensibilidad del material que va a recibir la luz. 
Si es muy sensible, con poquita luz tendremos suficiente para hacer la foto, pero si no lo es, necesitaremos mucha más energía luminosa para obtenerla.

Por tanto, es de vital importancia saber el que tenemos puesto (igual lo tenéis en Auto, pero si es así, no controlas el resultado tú).

Pantalla de la cámara donde elegimos ISO,
Foot extraída de fotolitos.wordpress.com


De nuevo os pongo un enlace de este blog para repasar el concepto.

La sensibilidad del sensor de nuestra cámara determina si necesitaremos abrir más o menos el diafragma o dar más o menos rapidez al obturador.

También tenemos escala en la sensibilidad, y de igual manera, variar un paso, sería dar el doble -si bajamos- o la mitad de luz -si subimos-.

De nuevo nuestra elección tendrá consecuencias en el aspecto de la imagen:

Imagen extraída de lifehacker.com


- ISO alto, generalmente usado en escenas de escasa luminosidad. Las cámaras cada vez aceptan elevar más el ISO -cada una con mejor o peor resultado-,
Al escogerlo tendremos posibilidad de disparar a velocidades más rápidas y diafragmas más cerrados si queremos.
Las imágenes resultantes son susceptibles de aparecer granuladas o moteadas, de forma más evidente cuanto más pequeño sea el sensor de nuestra cámara, y más "limpias" si el sensor es mayor.

- ISO bajo (no suele estar muy por debajo de 100), recomendado para la mayoría de las tomas.
Las fotografías con el ISO bajo no presentan generalmente ruido digital, y si lo han recogido, es por motivos diferentes a la sensibilidad escogida y en menor grado que si hubiéramos escogido en esa escena un ISO alto.

Imagen extraída de luisparedescordova.wordpress.com

Conclusión

Hay que combinar los tres controles: velocidad de obturación, apertura y sensibilidad, para obtener, no sólo la exposición deseada, sino el resultado visual que nos interese como fotógrafos.

Triángulo de exposición fotográfica
Tecnologiadetuatu.elcorteingles,es


Si modificamos un paso en una de las escalas, podemos compensar ese cambio con otro de los controles, obteniendo así la misma cantidad de luz para exponer, pero diferente resultado visual.

Imagen extraída de videografoto.com


Práctica

Os propongo para asimilar estos contenidos un ejercicio con dos variantes. Antes que nada:

- Buscar la "M" de manual en vuestro dial y no tocarlo nunca más.

- Colocamos la cámara en un lugar estable -si tenéis trípode mejor, pero para velocidades lentas (por debajo de 1/60 ya son lentillas) usad disparador remoto o la función de retardo del disparo-.

- Escogemos un encuadre que no vamos a variar en todas las tomas.

- Si lo hacéis con luz natural, mejor que no sea un día de nubes que tapan y destapan el sol. Buscamos una escena de iluminación invariable durante todo el tiempo (ojo con los curiosos que nos tapan la luz en algunas tomas).

- El enfoque lo podéis hacer manual si queréis, y como la foto se lo hacemos siempre a lo mismo, con enfocar al principio, el resto de tomas deberán estar nítidas. 
También vale en Autofoco pero es innecesario.

· ISO fijo:
- Escogemos el ISO más bajo que nuestra cámara nos admita (escoged un número, nada de expresiones como High o HI-1 etc). Suele ser 100 ISO.

- Pulsad el obturador a medias y mirad el chivato que tiene el exposímetro para ver si nos falta o nos sobra luz (de momento, vamos a creernos que éste no se equivoca).



Si sobra, podemos cerrar diafragma o subir velocidad los pasos que necesitemos, y si falta, lo contrario, hasta que el indicador quede en el cero.

- Sin haber desplazado nada la cámara -es importante-, hacemos la primera toma.

- A continuación, partiendo de los valores iniciales obtenidos en obturador y diafragma, disparamos hasta cuatro fotos más, cambiando los dos controles en un paso completo -no un tercio ni dos-, de forma que uno deje pasar el doble de luz que antes, y el otro la mitad. Claro, al final queda en tablas, que de eso se trata.

- Si debido a la limitación de nuestro objetivo, nos quedamos sin escala de diafragmas, podemos ir hacia el otro lado de la escala.

El resultado lo podéis poner en una misma hoja impresa, con los datos debajo de cada toma y la información del equipo usado.

Así lo hizo Jesús Fernández y nos ha dejado enseñarlo. Gracias Jesús.

· ISO variable:
- Comenzamos con el ISO más bajo y escogemos velocidad y diafragma acorde con las indicaciones de nuestro exposímetro (y de la escena).
- Sin modificar encuadre en ningún caso, dispararemos el resto de las 4 tomas variando el ISO hacia arriba y para que la exposición sea la misma en todas, un paso completo de éste y otro de diafragma o de obturador, el que nos convenga, Ojo, sólo uno de ellos. El otro control se queda fijo.

De nuevo Jesús nos presta su ejercicio en el que podéis ver que en su caso, mantuvo el diafragma fijo, y cambió la velocidad junto al ISO. Vosotros podéis elegir.

f8-1-30seg.-ISO 100

f8-1-125seg.-ISO 400

f8-1-250seg.-ISO 800

f8-1-500seg.-ISO 1600

f8-1-2000seg.-ISO 6400

En algunas cámaras se notará más y en otras menos, el ruido producido por el ISO alto, más evidente en las zonas de sombras y en escenas oscuras.
La de Jesús se ha portado muy bien. Para ver el ruido hay que ampliar las poquitas zonas de sombras y compararlas con la misma zona en las fotos iniciales.

Los archivos conviene nombrarlos con los parámetros que hemos usado aunque, siempre se podrán mirar los metadatos, así es más cómodo de consultar.

Por cierto, no os empeñéis en que salgan las fotos con los mismos valores del ejemplo. A cada escena y circunstancia, le vendrán bien una combinación que para nada tiene que ser la que sale bien en otro momento.

Os dejo este vídeo por si os ayuda:



Ánimo, y preguntad si queréis a través de los comentarios.

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